Con Carlos Bacca pasa lo mismo que con Iván René Valenciano en la década de los 90: que con él Junior comenzaba ganando 1-0 los partidos, como afirmaba Fabio Poveda Márquez.

Así ocurrió en el primer partido de la final contra el Medellín. Bacca abrió el marcador en el minuto 3, en el primer avance de Junior al pórtico de Mosquera Marmolejo. No necesitó de mucho espacio para abrirse paso entre varios defensas rivales ni para sacar el remate que se metió en el arco del ‘Poderoso’.

Fue su gol número 17 en el campeonato y el 102 con la camiseta del Junior, que evocó al Bacca de sus comienzos, al que después de consagrarse dos veces campeón y dos veces goleador con el equipo tiburón fue a Europa a hacer historia.

Bacca volvió a aparecer cuando su equipo más lo necesita y esta vez fue cuando el Medellín buscaba el gol del empate, que no había entrado porque Santiago Mele estuvo inmenso.

Pero ahí estuvo el goleador para darle la tranquilidad al marcar el 3-1, en otra lección de cómo definir ante el pórtico contrario. Se dio media vuelta y con un derechazo fusiló a Mosquera Marmolejo. Gol 18 en la Liga y 103 en su historial como jugador del Junior.

Todavía Bacca está lejos del récord de Valenciano, que se estacionó en 166 goles. Quizá no le alcance el tiempo para acercársele al ‘Bombardero’ y convertirse en el máximo artillero del Junior en todos los tiempos, pero lo que sí es casi inevitable es que ganará su tercer Botín de Oro en el fútbol colombiano luego de los conseguidos en 2010 y 2011, que, además, terminó coronando con el título.

La ovación para Bacca cuando fue sustituido por Steven Rodríguez fue atronadora. Antes se había trenzado en una fuerte discusión con José Ortiz, que se vio ampliamente superado por el delantero de Puerto Colombia, que no se dejó para nada intimidar de su antiguo compañero, a quien se le notaba su impotencia.

Como en las finales anteriores contra La Equidad y Once Caldas, Carlos Bacca volvió a dejar su sello goleador en la cancha. Sin duda un ejemplo de persistencia, de creer en sí mismo y de demostrarle a quienes no creían en él que su poder para definir sigue estando intacto.

A Bacca le queda un partido para seguir haciendo historia, no sólo quedando campeón y goleador, sino para, por lo menos, igualar el récord de anotaciones en torneos cortos que está en poder de Miguel Ángel Borja, que marcó 19 con el Cortuluá, en el primer semestre de 2016.